http://red.gnoss.com/comunidad/Odontoinnova/recurso/elementos-basicos-para-comenzar-el-diseo-de-simula/a8bac731-eb01-4543-a194-5a4d20052d6b
Por: Gleyvis Coro Montanet
La titulación de Odontología de la Universidad Europea (UE) se ha propuesto mejorar el desarrollo de habilidades complejas y competencias clínicas en los estudiantes de la especialidad durante el período preclínico, mediante la introducción de nuevos métodos didácticos y tecnologías novedosas –simuladores hápticos con entornos virtuales- vinculados a los maniquíes de uso tradicional por la academia en este ámbito. Con una iniciativa que recuerda las aportaciones de Fre...
Docencia y Odontología
miércoles, 27 de mayo de 2015
viernes, 15 de agosto de 2014
EL CLIMA EN LOS CENTROS EDUCATIVOS
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El Club de los Poetas Muertos |
A Robin Williams, Begoña Learreta, Begoña
Pacheco,
Gema Cidoncha y Gabriela Gámez, por tan
buen rollo, siempre.
Es porque estamos en verano y
aquí, en Madrid, se siente un cambio fundamental en los estados de ánimo, que
la entrada correspondiente del blog, se le dedica al clima. Mas, no al que
identifica la variación de los elementos atmosféricos en el planeta-mundo.
Como es un blog escolar, se
referirá al clima en los centros educativos. ¿Clima allí? Podría preguntar
cualquiera. Y sí, clima. Por creativos que somos, por palabrejas que recrean los
sabichosos y los docentes -algunos, los más inquietos, los más inadaptados
quizás- adoptamos enseguida como concepto. Y si no, como pauta. Y si no, como
referencia a citar cuando -para bien o para mal-, las situaciones educacionales
lo merecen.
Fue por el año 2009 que, en el Máster
Oficial de Calidad y Mejora de la Educación de la Universidad Autónoma de
Madrid, me dijeron que existía un término para designar el conjunto de
relaciones y las atmósferas intraescolares, extraescolares o paraescolares -¿esto
último me lo inventé?- que dichas relaciones generaban. Y me obligaron a
estudiarlo. (Quien desee una introducción al tema puede encontrarla aquí
(Sánchez Navalpotro, 2009). Facilito este enlace que me parece abarcador, pues
veo que, con frecuencia en los últimos años, el estudio del clima se está
orientando con mayor intensidad hacia el análisis de las relaciones entre estudiantes
(afectadísimos como estamos por la violencia y el bullying). Y sí, el clima es
eso, pero es más. ES las relaciones entre todos y cada uno de los elementos del
universo docente y ES las relaciones extrínsecas.
Lo digo porque desde 2009
descubrí que, si pensaba un poco, si buscaba en mi experiencia docente de casi
un lustro en mi facultad cubana de estomatología, podría decir que en aquel ámbito
de trabajo infatigable, había un clima, marcado por ciclones, veranos,
inviernos y verdaderos terremotos. Signado por cosas malas y cosas buenas que
ocurrían entre los alumnos, entre los profesores, entre los pupitres, entre los
conserjes, entre los directores y los padres. Conflictos, maremotos, tsunamis,
primaveras boreales. Clima.
Escribo al respecto ahora que es
verano, que está a punto de comenzar septiembre y que Robin Williams acaba de
morir -de la manera en que quiso- como mismo encarnó al profesor Keating. Uno
que construyó su estrategia didáctica subido a los pupitres -a costa de desarmar
los status jerárquicos que han padecido la guardería, la escuela, la universidad
y los gobiernos-, no para preponderar como profesor de culto desde el estrado -lo
que criticaría Freire-, sino para estimular la perspectiva múltiple en la
escena de aprendizaje.
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El Profesor Keating |
La grandeza mayor de El Club de los Poetas Muertos, por encima
de toda la sensiblería que algunos le achacan, está en esa última toma en picada de
la cámara, que hace que el incómodo profesor Keating luzca así de pequeñito,
así de poquita cosa, al final del filme. Porque así somos de pequeñitos. Porque
todos nuestros centros educativos son una caldosa de problemas, de conflictos
que se transmiten de un curso a otro, que se copian, que se solapan, que se
alimentan.
Es todo lo que sé -lo mejor que
sé- de cara al próximo septiembre. Y si acompaño este post con imágenes de
momentos gratos, de buen rollo, de colegueo sincero, y de excelentes climas
vividos en la UEM, es para evocar un mundo mejor.
¡Felices vacaciones a todos!
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Los Profesores Dra. Begoña Pacheco y Dr. Carlos Serrano interpetan, con gran éxito de público, el tema "Mi agüita amarilla" |
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Cena de despedida del Profesor Dr. Víctor Zurita |
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Foto de grupo. Último día en Policlínica Docente. |
jueves, 24 de julio de 2014
VÍCTOR ZURITA
Como docentes de la Policlínica
Universitaria de la UEM, hoy nos corresponde despedir, con mucha nostalgia, al
Dr. Víctor Zurita. Víctor, como lo llamamos todos, ha cumplido su faena de un año
académico fabuloso, de manera fabulosa. Y se va porque quizás, a su juicio, ha
culminado un ciclo, ha terminado de trazar el círculo perfecto de su quehacer
de profe -que ya nunca podrá dejar de ser profe-, para ir hacia nuevos
escenarios, a mayores desenvolvimientos, elementos que busca con desazón pues
en él la superación es un cromosoma más en su núcleo de hombre ibérico y noble.
Trabajador de los fines de semana,
impartidor -a diestra y a siniestra- de docencia de la buena, viajante desde su
lejano hogar en Valladolid, viernes tras viernes, sábado tras sábado, por
simple -y grandísimo- amor a la docencia, Víctor ha sido un tremendo referente
para todos y cada uno de nosotros. Ha sido un compañero dulce y agradable, un
caballero y un profesional del más alto nivel.
Mis recuerdos de aquellos
primeros meses fríos, raros, en que apenas nos conocíamos entre nosotros, nos
equivocábamos de nombres y de personas y no acabábamos de tomar por los cuernos
la escurridiza historia clínica informática, están y estarán por siempre
vinculadas a la imagen hermosa -por dentro y por fuera- del más vallisoletano y
gentil de los profesores. Salíamos él, Conchi, la inefable Tatiana y yo, casi todos
los sábados en la alta noche madrileña, muertos de cansancio y de frío y quiero
creer que, pese a lo inespecífico de los comienzos y lo inestable y lo duro de ejercer la odontología en tiempos de tan dura crisis, éramos
felices.
Quiero creer y quiero decir que
éramos felices. No habría otra explicación para esta pena que siento ahora que sé
que Víctor Zurita se nos va.
Salíamos de formar a chicos y
chicas en un sótano que era un taller donde nosotros, también, nos formábamos. Quiero
decir que nos la currábamos duro, perseguíamos toda la calidad posible y más
allá, algo que en el Dr. Zurita es casi un sacramento.
Querido Víctor, tengo que escribir
que admiro mucho esa capacidad tuya -a prueba de bombas- de incorporar a la vez
tantos temas y sumergirte en tantos vericuetos de la especialidad. Quiero
confesar que he visto en ti a un profesional constantemente inquisitivo, que no
ha dejado de ser el estudiante que fue y será, que sabe -de una manera casi innata-,
aquello que un reconocido profesor me dijo una vez en un hermoso claustro de
la Complutense -acaso la mayor verdad que la docencia guarda-: la mejor forma
de aprender, es enseñar.
Yo llevaba casi un lustro de vida
docente, y no me había percatado de eso que Víctor comprendió tan bien desde el
primer momento. En el enseñar aprendiendo, en el no detenerse en un punto
jamás, está el mayor mérito y el mejor legado que Víctor -quien se va porque
quiere, aunque ninguno de nosotros quiere- nos deja.
¡Un abrazo enorme colega, amigo,
hermano! ¡Mucha suerte!

sábado, 19 de julio de 2014
I JORNADAS DE INNOVACIÓN DOCENTE EN ODONTOLOGÍA
Las Primeras Jornadas de Innovación en la Docencia
Odontológica corrieron a la par de la Semana de la Innovación Docente en la Universidad
Europea y consecutivas a las XI Jornadas Internacionales de Innovación Universitaria
(JIIU), el 9 de julio del corriente, bajo el auspicio de la citada casa
académica.
Se dice, con ello, que en Odontología no nos quedamos
a la zaga en el interés que sacude los fundamentos de los centros académicos de
todo tipo y se sumerge en los estados de la cuestión de las didácticas
contemporáneas.
Pues tal y como va el mundo y avanzan o se renuevan
vertiginosamente nuestros protocolos, los materiales, los instrumentos y
maquinarias, resultaría pedagógicamente sacrílego mantener las formas
anquilosadas, unidireccionales, reproductivas, traspasadoras de conocimiento de
un contenedor -el empoderado profesor- al continente -pasivo alumnado-.
La Educación, o su concepto de hace apenas unos diez
años atrás, está en pura y dura transformación.
A la Odontología, especialidad que requiere para su
incorporación cognoscitiva de múltiples -síncronos y asíncronos- aprendizajes
prácticos, le vienen como guantes las iniciativas al uso en el ámbito del
aprendizaje innovador, colaborativo.
Todo lo que hoy se le incorpora, tecnológica o formalmente
hablando, al mundo de la formación en cada uno de sus escaños, parece haber
sido diseñado a la medida para una especialidad de tanta visualidad, tanta
recreación constante, tanta acción-reacción y tan urgida de la satisfacción
grupal e individual de competencias.
Con aportes como la generación de una plataforma de
evaluación de clínica (construida a través del trabajo colaborativo y que se
aplicará extensivamente en el próximo curso 2014-2015 en la Policlínica
Universitaria, luego de varios estudios consensuados en el trabajo de grado),
la edición de material audiovisual y la aplicación de las metodologías de flipped
learning -conjuntadas con la medición de la satisfacción estudiantil en estos
aspectos-, hasta una impactante actualización en cuanto a simulación avanzada
de futura -no muy lejana- aplicación en nuestros escenarios de aprendizaje; gozamos
de buen aforo, favorable retroalimentación y el estímulo/incentivo de la
expresión que reconoce la existencia, la fuerza motriz del arranque en temas y
ámbitos que prometen un futuro mejor por medio de un mejor aprendizaje.
lunes, 14 de julio de 2014
Entrevista a la Dra. Aida Hernández
ENTREVISTA A LA DRA. AIDA HERNÁNDEZ
No conozco a
la Dra. Aida Hernández García sino por las redes sociales donde muchos de mis
profesores de toda la vida interactúan con ella o la mencionan por su peculiar
apodo. Por las mismas redes sociales sé que es madre de tres hijos y que tiene,
además, una evidente sensibilidad artística -lo que se demuestra por sus
criterios estéticos y musicales, manifestados en Facebook-. Sé que emigró de
Cuba y se instaló, hace tiempo ya, en una de las más cosmopolitas y seductoras
ciudades del mediterráneo: Barcelona. Razones suficientes para pedirle una
entrevista. Solicitud que la Dra. Hernández García cumplimentó amable,
gentileza que nos permite abundar en la experiencia de una intranquila -y exitosa-
profesional de la odontología.
¿En qué año emigró?
Emigré en 1990, creyendo que el país
de mis abuelos era muy parecido al mío, Cuba.
¿Cómo fue el proceso de homologación y su desarrollo profesional en los
años iniciales?
Pude homologar mi título cubano de
Doctora en Odontología en 1993, mediante examen.
Aquí en Barcelona realicé un Máster
de tres años en prótesis, oclusión y rehabilitación oral en la Universidad de
Barcelona (UB). Luego fui a Suiza y me especialicé en cirugía e implantes, en
el Instituto Strauman.
Después colaboré, durante diez años,
con la clínica Mirave de Barcelona; dedicándome a preparar el servicio de
cirugía, que se volvió muy rentable: el equipo que dirigía se impregnó de
esa manera nuestra, muy cubana, de ser tan dulces y eficientes y eso dio una
manera diferente y refrescante de servicio: los pacientes salían muy
satisfechos de nuestro centro.
En 1995 creamos una clínica
dental con todas las especialidades.
¿Qué diferencias/semejanzas percibe entre el paciente cubano, y el paciente
español?
Encontré la diferencia de que la
población cubana y latinoamericana, en general, valora mucho la salud bucal. Me
costaba entender que, con mejores condiciones económicas, aquí el ir al
odontólogo no era una práctica habitual.
Después, con los años, esto fue
mejorado indiscutiblemente, pero ahora, con la situación crítica de la economía,
vemos cómo se tambalea todo el esfuerzo de tantos años, porque los pacientes
tienen prioridades a las que nos tenemos que amoldar -con mucha delicadeza y
paciencia-, ya que hay personas que realmente lo están pasando muy mal.
¿Cuál piensa que sea, a día de hoy, el mayor problema odontológico (directo
o indirecto) de la población española?
Nuestra profesión se considera
extremadamente costosa para la población, hay ese mito de que la odontología es
muy cara. Pero esto es un falso concepto de nuestra especialidad, que exige
muchos años de estudio, casi toda nuestra vida puesta al servicio de la
atención directa a la población, muchas horas sentados en posiciones nada
cómodas para realizar los tratamientos que, de paso, merman nuestra salud considerablemente.
Nuestro trabajo se realiza a escasos centímetros de todas las personas que
atendemos, dentro del espacio físico ajeno, nada cómodo, por lo cual es muy desgastante
y estresante. Nuestros tratamientos son individualizados y muy personales, de
nuestras manos emergen constantemente pequeñas obras de arte que perduran
muchos años en un lugar tan poco favorable como la cavidad bucal, y aún así
resisten las inclemencias del medio.
Son, en resumen, muchas horas y
mucho esfuerzo mental y físico para lograr grandes resultados. Si se analizan
con justicia todos estos elementos, se verá que la odontología no es costosa en
realidad. A veces hacemos trabajos que no están pagados ni con oro. Creo que la
población no debe ser tan crítica con la odontología.
¿Cuál piensa que sea, a día de hoy, la mayor necesidad de la práctica
odontológica en ese país?
Debemos ser cuidadosos e intentar
dar toda la salud bucal que podamos, acorde a la situación particular de cada
ser humano. También creo que debemos ser cada día más humanos, muy humanos con
las personas que tratamos para, mutuamente, respetarnos cada día más. La
relación médico paciente debe ser afable, cercana y manteniendo las distancias
de respeto.
¿Qué le aportó el residir en España a tu práctica, experiencia y nivel
profesional actuales?
Residir en España me permitió
desarrollarme profesionalmente a un nivel altísimo, encontré una España
floreciente y un excelente medio para emprender cualquier proyecto. Claro que esto
ha cambiado, los tiempos de ahora son difíciles y hay que moldearse al momento.
¿Alguna práctica pasada o contemporánea que considere importante dentro de
su carrera?
Desde 1999 estoy vinculada a la Universidad
Internacional de Catalunya (UIC), al departamento de ortodoncia, dentro de lo
que es, posiblemente, el mejor equipo de trabajo. Somos un grupo de amigos y
colegas que realizamos un proyecto común muy gratificante: formar especialistas
en ortodoncia. Es, de todos mis trabajos, el que más ilusión me hace: prolongar
en las nuevas generaciones nuestro legado de conocimiento.
Se inicia este blog dinámico, colaborativo, que pretende buscar un espacio entre todos los docentes de la odontología y darle a cada docente su espacio.
Se inicia con las imágenes del fin de un curso escolar en la Universidad Europea de Madrid.
Porque no hay mayor ni mejor prueba de la acción efectiva, que la obra educativa terminada.
Se inicia con las imágenes del fin de un curso escolar en la Universidad Europea de Madrid.
Porque no hay mayor ni mejor prueba de la acción efectiva, que la obra educativa terminada.
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