ENTREVISTA A LA DRA. AIDA HERNÁNDEZ
No conozco a
la Dra. Aida Hernández García sino por las redes sociales donde muchos de mis
profesores de toda la vida interactúan con ella o la mencionan por su peculiar
apodo. Por las mismas redes sociales sé que es madre de tres hijos y que tiene,
además, una evidente sensibilidad artística -lo que se demuestra por sus
criterios estéticos y musicales, manifestados en Facebook-. Sé que emigró de
Cuba y se instaló, hace tiempo ya, en una de las más cosmopolitas y seductoras
ciudades del mediterráneo: Barcelona. Razones suficientes para pedirle una
entrevista. Solicitud que la Dra. Hernández García cumplimentó amable,
gentileza que nos permite abundar en la experiencia de una intranquila -y exitosa-
profesional de la odontología.
¿En qué año emigró?
Emigré en 1990, creyendo que el país
de mis abuelos era muy parecido al mío, Cuba.
¿Cómo fue el proceso de homologación y su desarrollo profesional en los
años iniciales?
Pude homologar mi título cubano de
Doctora en Odontología en 1993, mediante examen.
Aquí en Barcelona realicé un Máster
de tres años en prótesis, oclusión y rehabilitación oral en la Universidad de
Barcelona (UB). Luego fui a Suiza y me especialicé en cirugía e implantes, en
el Instituto Strauman.
Después colaboré, durante diez años,
con la clínica Mirave de Barcelona; dedicándome a preparar el servicio de
cirugía, que se volvió muy rentable: el equipo que dirigía se impregnó de
esa manera nuestra, muy cubana, de ser tan dulces y eficientes y eso dio una
manera diferente y refrescante de servicio: los pacientes salían muy
satisfechos de nuestro centro.
En 1995 creamos una clínica
dental con todas las especialidades.
¿Qué diferencias/semejanzas percibe entre el paciente cubano, y el paciente
español?
Encontré la diferencia de que la
población cubana y latinoamericana, en general, valora mucho la salud bucal. Me
costaba entender que, con mejores condiciones económicas, aquí el ir al
odontólogo no era una práctica habitual.
Después, con los años, esto fue
mejorado indiscutiblemente, pero ahora, con la situación crítica de la economía,
vemos cómo se tambalea todo el esfuerzo de tantos años, porque los pacientes
tienen prioridades a las que nos tenemos que amoldar -con mucha delicadeza y
paciencia-, ya que hay personas que realmente lo están pasando muy mal.
¿Cuál piensa que sea, a día de hoy, el mayor problema odontológico (directo
o indirecto) de la población española?
Nuestra profesión se considera
extremadamente costosa para la población, hay ese mito de que la odontología es
muy cara. Pero esto es un falso concepto de nuestra especialidad, que exige
muchos años de estudio, casi toda nuestra vida puesta al servicio de la
atención directa a la población, muchas horas sentados en posiciones nada
cómodas para realizar los tratamientos que, de paso, merman nuestra salud considerablemente.
Nuestro trabajo se realiza a escasos centímetros de todas las personas que
atendemos, dentro del espacio físico ajeno, nada cómodo, por lo cual es muy desgastante
y estresante. Nuestros tratamientos son individualizados y muy personales, de
nuestras manos emergen constantemente pequeñas obras de arte que perduran
muchos años en un lugar tan poco favorable como la cavidad bucal, y aún así
resisten las inclemencias del medio.
Son, en resumen, muchas horas y
mucho esfuerzo mental y físico para lograr grandes resultados. Si se analizan
con justicia todos estos elementos, se verá que la odontología no es costosa en
realidad. A veces hacemos trabajos que no están pagados ni con oro. Creo que la
población no debe ser tan crítica con la odontología.
¿Cuál piensa que sea, a día de hoy, la mayor necesidad de la práctica
odontológica en ese país?
Debemos ser cuidadosos e intentar
dar toda la salud bucal que podamos, acorde a la situación particular de cada
ser humano. También creo que debemos ser cada día más humanos, muy humanos con
las personas que tratamos para, mutuamente, respetarnos cada día más. La
relación médico paciente debe ser afable, cercana y manteniendo las distancias
de respeto.
¿Qué le aportó el residir en España a tu práctica, experiencia y nivel
profesional actuales?
Residir en España me permitió
desarrollarme profesionalmente a un nivel altísimo, encontré una España
floreciente y un excelente medio para emprender cualquier proyecto. Claro que esto
ha cambiado, los tiempos de ahora son difíciles y hay que moldearse al momento.
¿Alguna práctica pasada o contemporánea que considere importante dentro de
su carrera?
Desde 1999 estoy vinculada a la Universidad
Internacional de Catalunya (UIC), al departamento de ortodoncia, dentro de lo
que es, posiblemente, el mejor equipo de trabajo. Somos un grupo de amigos y
colegas que realizamos un proyecto común muy gratificante: formar especialistas
en ortodoncia. Es, de todos mis trabajos, el que más ilusión me hace: prolongar
en las nuevas generaciones nuestro legado de conocimiento.
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